El Espanyol consiguió borrar de un plumazo todos los fantasmas de su pasado y se consiguió meterse, 19 años después, en la final de la Copa de la UEFA en la que se enfrentará al Sevilla, que derrotó a Osasuna por dos goles a cero. El partido, como se había dicho a lo largo de la semana, estuvo plagado de sufrimiento, sobretodo en la primera mitad en la que el Espanyol apenas pasó de su campo, pero que terminó con la victoria del conjunto blanquiazul por un gol a dos en un partido que ya ha entrado en la historia de nuesto club.
El partido comenzó de la peor manera para los intereses del Espanyol. A los cuatro minutos, una jugada desafortunada en el campo del Espanyol acababa con un intento de rechace por parte de David García que pegaba en el pie de un jugador del Werder, con la mala fortuna de caerle a Hugo Almeida, que se marchaba por velocidad de Marc Torrejón y superaba la salida a la desesperada de Gorka Iraizoz que nada podía hacer para evitar el gol alemán. Quedaban muchos minutos por delante y el partido tomaba un cariz muy negativo para el Espanyol, al que el balón apenas le duraba en los pies ante un Werder volcado en ataque.
El partido comenzó de la peor manera para los intereses del Espanyol. A los cuatro minutos, una jugada desafortunada en el campo del Espanyol acababa con un intento de rechace por parte de David García que pegaba en el pie de un jugador del Werder, con la mala fortuna de caerle a Hugo Almeida, que se marchaba por velocidad de Marc Torrejón y superaba la salida a la desesperada de Gorka Iraizoz que nada podía hacer para evitar el gol alemán. Quedaban muchos minutos por delante y el partido tomaba un cariz muy negativo para el Espanyol, al que el balón apenas le duraba en los pies ante un Werder volcado en ataque.
Por fortuna para el Espanyol, la estrella del Werder Bremen, Miroslav Klose vio la tarjeta la segunda tarjeta amarilla tras simular una falta por parte de Torrejón, lo que dejó con diez al Werder Bremen a los veinte minutos. La primera cartulina la había visto Klose tras propinarle un codazo a Jarque en la disputa de un balón. Sin duda el colegiado se mostró valiente a la hora de expulsar a Klose, aunque su arbitraje a partir de ese momento se volvió contra el Espanyol, al que apenas le pitó alguna falta a favor y al que perjudicó siempre en los balones disputados, especialmente entre Tamudo y los defensores del Werder. A pesar de esto, el Espanyol supo resistir y, a pesar de los apuros sufridos, especialmente en jugadas a balón parado, logró mantener el uno a cero en el marcador hasta el tiempo de descanso.
En la segunda mitad el Werder realizó un cambio, añadiendo un jugador más de ataque y dejando atrás a solo tres defensores, en una clara demostración de sus intenciones de ir descaradamente a por el partido. Este planteamiento tan osado se acabó volviendo en su contra y cuando se cumplían los cinco minutos del comienzo de la segunda mitad, un balón robado en el centro del campo le llegaba a Tamudo, que dejaba para Riera, que se marchaba por velocidad de Frings, y su centro raso no lo acertaba a despejar el guardameta Reinke, que dejaba el balón muerto en el área pequeña para que Coro, el hombre de los partidos importantes, consiguiera el empate para el Espanyol, lo que obligaba al Werder Bremen a conseguir cuatro goles más para lograr el pase a una final que el Espanyol ya acariciaba con la punta de los dedos, lo que desató la locura entre los más de mil pericos desplazados hasta Bremen.
En la segunda mitad el Werder realizó un cambio, añadiendo un jugador más de ataque y dejando atrás a solo tres defensores, en una clara demostración de sus intenciones de ir descaradamente a por el partido. Este planteamiento tan osado se acabó volviendo en su contra y cuando se cumplían los cinco minutos del comienzo de la segunda mitad, un balón robado en el centro del campo le llegaba a Tamudo, que dejaba para Riera, que se marchaba por velocidad de Frings, y su centro raso no lo acertaba a despejar el guardameta Reinke, que dejaba el balón muerto en el área pequeña para que Coro, el hombre de los partidos importantes, consiguiera el empate para el Espanyol, lo que obligaba al Werder Bremen a conseguir cuatro goles más para lograr el pase a una final que el Espanyol ya acariciaba con la punta de los dedos, lo que desató la locura entre los más de mil pericos desplazados hasta Bremen.
Con el gol de Ferrán Corominas, el Werder Bremen bajó los brazos y el Espanyol se adueñó del partido, acercándose cada vez con mayor peligro a la portería del Werder Bremen y enmudeciendo el Weser Stadium, en el que por momentos solo se oía a los seguidores blanquiazules. Mientras, en el campo, el Espanyol se acercaba cada vez con mayor peligro a la portería de Reinke. Primero fue una jugada entre Riera y Ito que este último no acertó a rematar. Esta jugada fue el preámbulo de la locura blanquiazul, que llegó en el minuto 60 gracias al navarro Jesús Mari Lacruz que, a la salida de un corner, logró el segundo gol para el Espanyol que certificaba el pase a la final de la UEFA por segunda vez en la historia del club.
Con el Werder rendido y el partido controlado, Valverde aprovechó para dar entrada a jugadores como Ángel, Rufete o Julián, que se sumaron a la fiesta espanyolista.
Al final gran fiesta en Bremen y gran fiesta en Barcelona, donde miles de personas se lanzaron a las calles a celebrar el pase a la final y posteriormente recibieron a los jugadores en el aeropuerto de El Prat.
Fitxa tècnica
Werder Bremen:
Reinke, Pasanen, Naldo, Diego, Klose, Hunt, Owomoyela (Schindler, min.46), Jensen (Wome, min.69), Frings (Baumann, min.74), Almeida i Schulz
RCD Espanyol:
Iraizoz, David García, Lacruz, Zabaleta (Ángel, min.64), Luis García, Riera (Rufete, min.70), Ito, Torrejón, Coro, Jarque i Tamudo (Julián, min.78).
Àrbitre: Bertrand Layec (FRA). Per part del Werder Bremen, ensenya targeta groga a Klose (min.1 i min.19), Almeida (min.45). Per part de l'Espanyol, a Zabaleta (min.26)Coro (min.50), Luis García (min.90).
Gols: 1-0, Almeida (min.3); 1-1, Coro (min.49); 1-2, Lacruz (min.60)
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